Al menos en Madrid tocan miles de grupos al año, muchos de ellos son bandas que arrasan entre el público adolescente y juvenil. El problema que se plantea es que a no ser que el concierto se celebre al aire libre o en un teatro, a los menores de edad no les dejan entrar y más de uno y de cien se han quedado en la puerta con la entrada comprada por la estúpida excusa de que sirven alcohol.
Mi hija, que tiene 17 años y medio, se ha quedado sin ver a The Kills y muchos más por este motivo. Para el concierto de The Kills llamé a la Sala Heineken y me dijeron que ni aunque fuese conmigo (que soy su padre) . Les pregunte que entonces para que traían a esas bandas que gustan tanto entre la muchachada. Pasaron de mi.
Cuando estuvimos tocando en Texas nos fuimos a tomar copas por Main Street y Elm Street (no a Freddy no lo vimos) y mi hija venía con nosotros, allí la edad para beber alcohol son los 21 años (aunque puedes llevar un bazooka con 16).
Nada más entrar a un garito, que ponían muy buena música se acercó un armario negro a nosotros y preguntó la edad de mi hija. Como le dijimos la verdad, rápidamente se echó mano al bolsillo interior de la chaqueta y sacó su..................rotulador permanente y le hizo una equis (X) en cada mano para que no pudiese pedir copas. Luego dijo; "ya si tus padres quieren pedirte una copa para tí es su responsabilidad".
Así pues, recursos hay, que los chavales quieren ver a sus bandas favoritas cuando vienen a Madrid y no pueden. Luego las discográficas se quejan que los jóvenes se lo bajan todo de la mula.
Aquí podéis ver a Florilla con sus manos tachadas.
1 comment:
Muy buena idea!!!!
;-)
Saludos desde Sabadell, amigo!
Jordi
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